Polinización En muchos países compran los servicios de las abejas con la finalidad de polinización, lo que provoca el transporte de las abejas (y sus colmenas) cientos o miles de kilómetros. La industria alimentaria está poniendo sus ojos en abejas manipuladas artificialmente para polinizar los cultivos ya que las abejas salvajes y otros insectos (que lo hacían de manera natural) han sido y están siendo destruidos por el desarrollo de la urbanización, la polución industrial, el envenenamiento por pesticidas, la agricultura intensiva, la destrucción de setos de arbustos, etc. El empleo de abejas para la polinización se ha convertido en un gran negocio especialemente en lugares como Nueva Zelanda y América. Sin embargo, incluso en el Reino Unido los apicultores comerciales mueven las colmenas (para encontrar fuentes de néctar para la producción de miel, y para la polinización). Las tarifas por la polinización constituyen una parte muy importante de los ingresos de los apicultores. Ciertas colonias de abejorros criados comercialmente se emplean hoy día también extensivamente para polinizar algunos cultivos de invernadero, especialmente los tomates.