Diagnóstico en tres pasos

Primer paso: diagnóstico de retraso mental

El diagnóstico ha basarse en tres criterios: nivel de funcionamiento intelectual, nivel de habilidades adaptativas y edad cronológica de aparición.

Segundo paso: clasificación y descripción

En este segundo paso es necesario describir los puntos fuertes y débiles de la persona, a lo largo de las cuatro dimensiones

Tercer paso: perfil e intensidad de los apoyos necesarios

El tercer paso requiere que un equipo interdisciplinar determine la intensidad de los apoyos que el sujeto necesita en cada una de las cuatro dimensiones. A partir de este momento se establecen cuatro posibles niveles de intensidad de los apoyos: intermitente, limitado, extenso y generalizado. Para identificar el perfil e intensidad de los apoyos requeridos es necesario analizar las demandas ambientales y los posibles sistemas de apoyos que puedan suplir las carencias existentes.