FASE 1. PRESENTACIÓN DE LA ESTRATEGIA

En esta fase es muy importante tener en cuenta los conocimientos previos que los alumnos tienen al empezar la secuencia metodológica: qué estrategias tienen, cómo hacen uso de su conocimiento estratégico, hasta qué punto poseen habilidades metacognitivas-autorreguladoras y las utilizan en su proceso de aprendizaje, qué conocen de la estrategia que se les va a presentar, etc.

En el caso de la estrategia de escribir un texto, por ejemplo, el proceso de enseñanza-aprendizaje puede partir de lo que los alumnos hacen y conocen hasta ahora, información que se obtendrá, entre otras cosas, a partir de sus profesores y de la observación de sus trabajos escritos.

Seguidamente, y a partir de los resultados de la evaluación de los conocimientos previos de los estudiantes, se puede empezar a presentar mediante la instrucción directa o explicación, los elementos más relevantes de la estrategia, como son: los objetivos que se consiguen con el uso de esta estrategia, su utilidad, cuándo y y dónde se puede aplicar esta estrategia, las habilidades previas necesarias para utilizarla, las principales fases que se tienen que seguir en casos generales, algún elemento de la experiencia personal del profesor en el uso de esta estrategia y ejemplos gráficos de la estrategia.

A continuación, se puede realizar un modelado metacognitivo del uso de esta estrategia en un caso concreto, o aplicar otro método de presentación de la estretegia. Un experto (en este caso el profesor/a) expresa verbalmente y paso a paso las decisiones que toma cuando resuelve una actividad concreta y por qué lo hace así teniendo en cuenta las diferentes variables relacionadas con el propio individuo, con la tarea y con el contexto.

Se trata de ofrecer a los alumnos un modelo de un proceso de pensamiento, pues el experto piensa en voz alta y hace lo más explícito posible todo lo que va pensando y decidiendo. Este modelo, sin embargo, es flexible, pues tendrá que adaptarse a las propias condiciones en las que cada alumno se encuentre al realizar esta actividad: no podrá copiar ni repetir los mismos pasos, sino que tendrá que tomar sus propias decisiones en función de la meta y de las circunstancias en las que esté inmerso, pues en ello consiste una estrategia.

 

FASE 2. PRÁCTICA GUIADA

Después de presentar la estrategia (fase 1), será necesaria la práctica de una manera guiada, en la que progresivamente se vaya pasando el control de la estrategia por parte del profesor/a (o de la ayuda ofrecida por el profesor/a) al alumno, hasta que éste/a sea autónomo (fase 3).

En esta segunda fase será muy útil utilizar una pauta de interrogación metacognitiva, pues el alumno necesita de un apoyo para aprender a hacer un uso estratégico de sus pensamientos y sus conocimientos. Inicialmente, esta pauta de interrogación (o guía de pensamiento) será externa, y progresivamente se irá retirando para que el alumno pueda interiorizar gradualmente las preguntas y sugerencias dadas en la pauta, hasta que acaben perteneciendo a su habla interna. Se trata de un recurso llamado andamiaje cognitivo (en inglés, scaffolding), concepto que fue trabajado en los años setenta por Bruner (1984) sobre la idea de la “zona de desarrollo próximo” de Vygotsky (1989), años atrás.

Otro de los métodos a usar en la práctica guiada de estretegias es el trabajo cooperativo, que puede favorecer la metacognición de los procesos estratégicos, pues como dicen Pozo, Monereo y Castelló, a través de la comunicación y el intercambio social, el alumno puede reflexionar más sobre sus propios pensamientos, ya que “contar algo a alguien es también muchas veces la primera y mejor forma de contárnoslo a nosotros mismos” (2001: 228).

Consideramos que esta práctica guiada debe darse en diferentes contextos y situaciones (transferencia). Así, el profesor/a tiene que organizar tareas de enseñanza-aprendizaje donde los alumos tengan que aplicar la estrategia que están aprendiendo, en diferentes momentos y donde varíen un poco las circunstancias, para que los alumnos tengan que adaptarla a la nueva situación.  Otra manera que favorece la transferencia de la estrategia es aplicarla a otras asignaturas o áreas curriculares, y de esta manera los alumnos generalizan sus aprendizajes y van interiorizando progresivamente la estrategia de aprendizaje.

 

FASE 3. PRÁCTICA INDEPENDIENTE

La última fase de esta secuencia metodológica se refiere a la práctica independiente del alumno, después del trabajo guiado con ayuda del profesor/a y los materiales adecuados, como las guías de pensamiento. Esta fase se caracteriza por la interiorización alcanzada por el alumno, de la estrategia en cuestión, que le permitirá utilizarla de manera autónoma.

Como vemos en el esquema anexo, esta fase se caracteriza por un mayor control de la estrategia, por parte del alumno, alcanzado progresivamente, y un menor control por parte del profesor. Se trata de la situación contraria en que nos encontrábamos en la primera fase.

Ahora bien, para que esta interiorización se produzca, es muy importante que estas ayudas temporales y externas que se han dado (pautas de interrogación, guías de pensamiento o andamiaje), se vayan adaptando y retirando poco a poco en la medida en que no se necesitan, de lo contrario podrían ser contraproducentes, pues no estarían siendo ayudas dentro de la zona de desarrollo próximo de la que nos habla Vygotsky.

 

Referencias:

Bruner, J.S. (1984): Acción, pensamiento y lenguaje. Madrid: Alianza.

Monereo, C.: “La enseñanza estretégica: enseñar para la autonomía”, en Monereo, C. Badía, A., Baixeras, M.V. (2001): Ser estratégico y autónomo aprendiendo. Barcelona: Graó.

Pozo, I., Monereo, C. y Castelló, M.: “El uso estratégico del conocimiento”, en Coll, C.; Palacios, J. y Marchesi, A. (Comp.) (2001): Desarrollo psicológico y educación 2. Psicología de la educación escolar. Madrid: Alianza Editorial/Manuales, 2ª ed. renovada; 1ª ed. en 1990.

Vygotsky, L.S. (1989): El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Barcelona: Crítica, 2ª ed.