• La autora

    Mi nombre es Eva María Martínez. Licenciada en TeI por la UMU en 2009, he trabajado como in-house durante más de 3 años y he dedicado otros cuantos al fansubbing. En la actualidad soy traductora autónoma y coordinadora de la Revista Traditori.

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Traducir canciones… para ser cantadas (III)

Tras una temporada sin escribir, os presento una nueva entrada de la saga «Traducir canciones… para ser cantadas» (podéis leer aquí las partes I y II) por cortesía de Liam Curley, de Smoke and Croak, quien se puso en contacto conmigo hace un tiempo para proponerme escribir una nueva entrada y publicarla aquí. La idea por supuesto me pareció estupenda, así que aquí os dejo su artículo. ¡Espero que lo disfrutéis!

Hace unos años, Eva escribió un par de artículos en este blog sobre la traducción de canciones y reflexionó sobre si se puede considerar una traducción o una adaptación, debido a los muchos cambios que se hacen en las letras con el fin de mantener la melodía. Bueno, en Smoke & Croak, una empresa de marketing digital multilingüe con sede en Reino Unido, hemos iniciado nuestro propio proyecto musical y queremos contaros el método que usamos para traducir canciones y producir vídeos de nuestras propias versiones.

Aquellos de vosotros que estudiasteis traducción en la universidad, seguramente os acordaréis de las clases de traducción de música o poesía. La mayoría de los traductores hemos asistido a este tipo de clases. Aunque la música es una de las categorías de traducción más difíciles, me pareció la más interesante. Por desgracia, ¡no creo que haya mucha demanda de traductores profesionales de música!

Recientemente he puesto en marcha una empresa de marketing digital multilingüe con dos buenos amigos y algunos de nuestros primeros debates sobre la estrategia de marketing se centraron en los contenidos en línea. Queríamos dar a conocer nuestra marca en Internet y estábamos de acuerdo en que un blog tenía que formar parte de nuestra estrategia de contenidos, pero no consideramos que eso fuera suficiente. Hay tantos blogs estupendos sobre traducción que resulta difícil que el nuestro destaque entre los demás. ¿Pero qué pasa con la música? ¿Por qué nadie ha puesto en marcha una web realmente atractiva con vídeos de canciones famosas traducidas y grabadas? Uno de los miembros de nuestro equipo, Marco, es un gran músico y lingüista, y después de una investigación inicial nos confirmó que no existía ningún sitio web con este tipo de contenidos, así que decidimos crearlo.

De momento hemos traducido dos canciones y recientemente hicimos una votación entre los lectores del blog de Pablo Muñoz Algo más que traducir para seleccionar nuestro tercer tema (que será Bohemian Rhapsody). Las dos canciones que hemos traducido hasta ahora son Mr. Brightside de The Killers en español y Everlong de Foo Fighters en francés. Es una tarea difícil, pero muy divertida. Antes de empezar la traducción, intentamos entender el sentimiento central que hay detrás de la canción. Por qué se escribió, para quién, cómo se sentía el compositor, etc. Debo haber escuchado  Mr. Brightside cientos de veces, pero nunca había caído en que «Coming out of my cave and I’ve been doing just fine» es una referencia a la depresión. La razón por la que resulta útil entender todo lo que hay detrás de la letra es que, cuando te encuentras con una parte de la canción que no puedes traducir de forma literal si quieres que encaje con la melodía, lo que debes hacer es entender de verdad la letra, profundizar en el significado y pensar de forma creativa qué podría funcionar en el idioma de destino a la vez que encaja con la melodía.

A continuación Marco se pone a trabajar en pulir la música, algo que por cierto le resulta bastante fácil (¡creo que toca una docena de instrumentos!). En el caso de Everlong incluso reunimos una banda. De principio a fin, la traducción de la canción y la grabación de la música tardan alrededor de 4-6 semanas. Después pasamos a la filmación. Hasta ahora todo lo hemos hecho en Sorrento (Italia) porque es donde vive Marco. Por suerte para nosotros, allí hay un montón de lugares hermosos para escoger. Queremos que los vídeos tengan el aspecto más profesional posible, de modo que trabajamos con un equipo de especialistas formado por un cámara de vídeo, un fotógrafo y un director.

Desde su inicio hasta la finalización, cada proyecto requiere unas 8 semanas, cientos de horas de trabajo colectivo no remunerado y mucho cariño de mucha gente. Estamos súper orgullosos del material que hemos producido hasta ahora y esperamos editar un nuevo vídeo musical cada 2-3 meses. Nuestro sueño es que logren mucha difusión para que todo el mundo tenga la oportunidad de escuchar estas grandes canciones en otros idiomas.

¿Pero son adaptaciones o traducciones? Yo diría que son ambas cosas. Desde luego, no hacemos traducciones literales, resulta prácticamente imposible en una canción. Sin embargo, traducimos de forma literal cuando es posible, y cuando no lo es creamos una letra que pegue con la historia que hay detrás de la melodía. Si quieres ver nuestros vídeos, los encontrarás en la página web de Smoke & Croak.

¿Traducción o adaptación?

Para relajarnos un poco, he pensado que en la segunda parte de este artículo podemos analizar algunos ejemplos de canciones traducidas y determinar si son traducciones o adaptaciones.

Hotel California

Vídeos:

Hotel California (original)

Hotel California (Gypsy Kings)

La versión de los Gypsy Kings de Hotel California se mantiene bastante fiel al original. Aunque creo que en algunas partes se pierde algo de la profundidad y el color de la letra original con el fin de conservar la melodía. Por ejemplo, «this could be heaven or this could be hell» se traduce como «que es puerta del cielo». Esto transmite el sentido de la letra original y remite a una parte anterior de la canción en la que dice que «allí estaba a la entrada»; pero se pierde ese sentido adicional de la letra original, en la que el cantante se pregunta si este lugar es «el cielo o el infierno”. Otro ejemplo: la expresión «pink champagne on ice» se traduce como «el champán en el hielo». Una vez más, no cambia el significado, pero el «champán rosado» que menciona el original resulta bastante más extravagante que el champán a secas, lo que refuerza esa imagen de «Vivir la vida en el Hotel California».

Un último aspecto interesante de la versión en español de Hotel California es el estribillo. Los Gypsy Kings traducen algunas partes, pero no todas. Mantienen «such a lovely place» e incluso lo repiten en partes de la canción donde no aparecía en la letra original. Por ejemplo, perdemos «plenty of room at the Hotel California» a cambio de la repetición de «such a lovely place». ¿Tal vez no lograron encontrar una traducción adecuada?

Veredicto: traducción

I WANT TO Break Free

Vídeos:

Break Free (original)

Quiero Salir (We will rock you)

La versión en español de esta canción parece apartarse bastante de la letra original. Sin embargo, el significado de la canción es susceptible de diferentes interpretaciones, de modo que habría sido imposible traducirla sin desviarse de la melodía y a la vez mantener esa ambigüedad. Es una pena, ya que la ambigüedad de la letra añade otra dimensión a la canción, pero por desgracia a veces las traducciones tienen que omitir algunos elementos, sobre todo cuando se trata de canciones. La ambigüedad a la que me refiero es que la letra permite dos interpretaciones. La primera interpretación es que la canción trata sobre una persona que desea terminar con una relación difícil y complicada, en la que su pareja le está controlando, pero todavía se quieren; la segunda posible interpretación es que la persona quiere «salir del armario» y vivir su sexualidad de forma abierta. La versión en español se inclina por la interpretación de la ruptura de una relación y por eso dice «Quiero salir» en lugar de «Quiero libertad».

Veredicto: adaptación

Bailando

Vídeos:

Bailando (ES)

Bailando (EN)

Sería un poco arriesgado considerar como una traducción la versión en inglés de la exitosa canción Bailando de Enrique Iglesias. Pero como las versiones en español e inglés se estrenaron de forma simultánea, me parece interesante comparar las letras de ambas canciones. Si bien el sentimiento de la versión en español se recoge en la versión en inglés, definitivamente no es una traducción sino una adaptación. Apenas se ha traducido de forma literal una línea, pero la esencia del significado permanece. Lo realmente interesante en la versión en inglés es que conserva algunas palabras de la letra en español. El estribillo se mantiene en español y en algunas partes se mezclan el inglés y el español: «I wanna be contigo, and live contigo, and dance contigo, para have contigo una noche loca, y besar tu boca». Creo que funciona bastante bien. Pero si echas un vistazo a ambas versiones en YouTube, comprobarás cuál es más popular en cuanto a reproducciones de los usuarios.

Veredicto: sin ninguna duda, ¡adaptación!

Consejos para no liarla parda (III)

La entrega de hoy va dedicada a… *redoble de tambores…* ¡¡la traducción de software!! ¿Por qué? Pues porque por mi experiencia personal, es una de las especialidades más propensas a que se pueda liar parda, ya que trabajamos la gran mayoría de las veces sin contexto alguno. Podemos establecer la siguiente escala de desastre en este tipo de traducciones:

  • Si tenemos muchísima suerte, trabajaremos con una herramienta que nos permita traducir en contexto. Yo he tenido la oportunidad de hacerlo y es una gozada (pero no es la norma ni es habitual). (más…)

«El arte de traducir», ¡enlazado en El País!

¡Miniactualización con una noticia que me ha llenado el día de emoción!

Gracias a Ana Rubio (@playmobiles) me he enterado esta mañana de que El arte de traducir aparecía enlazado en el blog Quinta Temporada del diario El País en la nueva publicación que han lanzado hoy: ‘Lost in translation’ en las series.

El artículo, cuya lectura recomiendo de cabo a rabo, cuenta con la colaboración de los fantásticos Xosé Castro y María José Aguirre de Cárcer, y narra todo el proceso desde la grabación de un capítulo en su idioma original hasta que llega a nuestras pantallas ya doblado en nuestro idioma centrándose en la ardua tarea de los traductores (en este caso, audiovisuales); un trabajo que por desgracia no cuenta con el reconocimiento que se merece (ya sabemos que los nombres suelen brillar por su ausencia en los créditos, aunque esto podría dar para un largo debate a favor y en contra), pero que cada vez se da un poco más a conocer gracias a publicaciones como la de Quinta Temporada y como el reportaje de la Sexta 3 titulado «No solamente traducen diálogos».

(más…)

Las guías de estilo

Esto es algo del mundo de la traducción que no trata en la Universidad. Bueno, sí, nos enseñan que existen la RAE, el libro de estilo de El País, la Fundéu BBVA o el Diccionario Panhispánico de Dudas como algunos de los materiales de consulta que deberemos tener siempre a mano.

Creo que huelga decir que cuanto más material de consulta se tenga, mejor que mejor, ya que las decisiones que tomemos sobre el papel deberán estar siempre justificadas por una fuente de autoridad, y no por un «es que así me gusta más». Si algún punto de la RAE no nos convence, podemos acudir a otros libros de estilo o a otras gramáticas para consultar qué dicen al respecto y, si alguna nos ampara en nuestro desacuerdo, ya tenemos donde poder escudarnos ante el cliente si nos pide explicaciones, siempre y cuando no nos haya puesto ninguna norma concreta antes de empezar el protecto, claro (hablaré de esto un poco más adelante).

(más…)

P***das de la traducción, vol. III

Bueeeeno, pues tras los volúmenes I y II de p***das de la traducción en las que reflexionaba sobre la traducción del humor, hoy os traigo esta tercera entrega patrocinada por mi proyecto de postgrado, la traducción de los cinco últimos cuentos de la obra ملاهم صغيرة (Malahim sagira, «Pequeñas inspiraciones»), del escritor y periodista marroquí Nabil Driouch (a quien por cierto saludo desde aquí por si acaso me lee ;)).

Tras una primera traducción de los cinco cuentos en bruto centrada sobre todo en la búsqueda de vocabulario, volví al principio para centrarme ya en los significados con más calma. Llego al segundo cuento, titulado أسرة (usra, familia). En este cuento, Ahmad está hasta las narices de su cama porque es una sinvergüenza y decide comprarse una nueva que tenga mejores costumbres. Un día, la cama nueva le dice a Ahmad que ha conocido al sofá de los vecinos y que quiere casarse con él. Ahmad le da su consentimiento, se casan y tienen un silloncito. Y el final me lo ahorro, que ahora no viene al caso.

Sí, lo sé, estaréis pensando: «¿Pero qué tipo de cosas traduces tú?»… y os confieso que a veces yo pienso lo mismo xD. En fin, ahora es cuando os preguntáis: «¿Y dónde está el problema?» Pues el problema está en lo siguiente: este cuento relata a través de la personificación de estos objetos una situación prototípica del mundo árabe: un hombre conoce a una mujer, ve que la mujer es de buena familia, pide permiso y si todo está en orden, se casan. El autor juega con esa personificación para describir la situación real. La cama es el hombre, y el sofá, la mujer. Y como veis, cuando traslado esta personificación al español, se me va todo al traste, porque cama en árabe es masculino (سرير, sarīr), y sofá, femenino (عريكة, ‘arīka). Toma ya.

Total, que después de este revés, empecé a plantearme soluciones:

  • Dejarlo tal cual y que el lector deduzca porque, al fin y al cabo, es fantasía. Descarté esta idea porque supondría cargarme de un plumazo el juego de personificación que hace el autor a través de los géneros gramaticales.
  • Darle la vuelta al cuento: hacer que la cama sea el sofá, y el sofá, la cama. en un principio no se me antojó mala idea, pero la descarté porque el contexto no me permitía hacer ese cambio:
  1. describe a la cama como religiosa y con barba (fail!);
  2. en un punto del cuento, Ahmad teme que esté relacionada con una célula terrorista porque se pasa el día escuchando cintas de contenido religioso. las mujeres también pueden ser muy religiosas y pertenecer a células terroristas, pero no tienen barba xD.
  3. la cama le dice a Ahmed que ha conocido al sofá de los vecinos , que es hija (otro fastidio) de buena familia, describe a su padre y a su madre…  un jaleo con mayúsculas, vamos. Me obligaría a reescribir el cuento prácticamente completo, cosa que veo absurda porque soy traductora y mi deber es transmitir el original como mejor se pueda, y no cambiarlo todo a mi antojo para que me cuadren las cuentas.
  • Buscar sinónimos de «cama» que sean masculinos y de «sofá» que sean femeninos. La solución más plausible, pero todos los sinónimos que encontré tenían connotaciones que no me terminaban de encajar. De cama encontré camastro y catre, pero la primera tiene la connotación de ser una cama cutre y estrecha, y la segunda se usa más bien en jerga o también con la connotación de ser una cama de baja calidad, así que no me veía a Ahmad buscando un camastro o un catre en el mercado, y menos que se llevara a casa a un catre culto, religioso y con barba. Y de sofá encontré butaca, opción que sí tengo en cuenta como posible recurso.

¿Y qué voy a hacer con cama? Pues tengo una idea que me ronda la cabeza, pero como es un tema pendiente de discutir con mi tutora, os la desvelaré en próximas entregas. ¡Espero que el problema os haya resultado interesante! 😉

Traducciones especializadas… con pelotas

Que no os asuste el título de mi post de hoy, por favor xD.

Resulta que mis manos ha llegado una traducción especializada de manos del fansub Anime Underground (de aquí en adelante y para todos mis posts AU), del cual formo parte ahora como traductora y correctora (sí, _TheAway, sin puesto confirmado hasta que algo de lo que haya hecho se publique en la web, ya lo sé =D). Os pongo en antecedentes: este fansub está sacando en colaboración con Inshuheki Fansub una serie llama Ookiku Furikabutte – The Summer Tournament Chapter (aquí tenéis los detalles de la serie en su primera temporada). Tenían un traductor para la serie (onofrecr) que se ha ido a Japón (¡¡si me lees, me muero de la envidia, que lo sepas!!) y por tanto les ha dejado la serie colgada en el sexto capítulo. Y ahí es cuando entro yo: mi primera tarea dentro de mi nuevo fansub es ni más ni menos que continuar esa serie que está a medias.

Ookiku FurikabutteOokiku Furikabutte

Primeras observaciones

Lo primero, esta serie va ni más ni menos que de béisbol. Para mí que el deporte no me gusta (no conozco ni las normas del fútbol, con eso os lo digo todo), algo así supone un auténtico reto, ya que mi vocabulario en la materia no va mucho más allá del home run, el bate, las bases, el cátcher y el pítcher. Y gracias a Los Simpson, que si no, ni eso.

Segundo, es una temporada que continúa una serie que ya se emitía en antena (es decir, que ya tiene precedentes a nivel de guión, que puede continuarlo o no, pero ya se conocen los personajes y la trama).

Tercero, yo engancho a partir del capítulo 7, con 6 capítulos que ya estaban traducidos por otra persona. Es decir, que en cierto modo ya se ha generado un estilo a seguir.

Pasamos a la acción

Aquí vamos a distinguir algo importante, a saber: lo ideal y la realidad.

Lo ideal: en mi caso, que desconocía la serie por completo, lo ideal hubiera sido verse las temporadas anteriores para ver de lo que va, conocer a sus personajes principales, la trama, hacerme un poco con la terminología… y por supuesto, verme los 6 capítulos traducidos por el compañero anterior para entrar en calor con respecto a la nueva temporada y ver su estilo de traducción. Añadido a eso, la documentación es fundamental: leer sobre este deporte, sus normas, el terreno de juego, los jugadores, las posiciones, equipo, tipos de lanzamiento… en resumen, haberme empollado la situación de cabo a rabo para poder entenderla en la serie.

La realidad: la serie llevaba 3 capítulos atrasados donde la traducción es el primer eslabón  de la cadena y yo no tengo tiempo material para verme las temporadas anteriores con tranquilidad (a razón de unos 25 minutos por capítulo). Tampoco me sobra el tiempo para investigar con tranquilidad la historia del béisbol con todos sus detalles (aparte del tiempo que me puede llevar entenderlo, porque es un poco complejo al menos para mí).

Mi gran suerte: estar en contacto con el corrector de la serie (que además había traducido la primera temporada) para poder preguntarle mis dudas sobre la terminología.

Con estos ingredientes, lo que hice fue abrir mi archivo .mkv del capítulo subtitulado en inglés y verme el 7, que era el que me tocaba traducir, de cabo a rabo para ver lo que me esperaba.

Lidiando con la terminología

La terminología del béisbol tiene una peculiaridad, y es que te puedes volver loco intentanto averiguar qué es cada cosa si no conoces el deporte. Hay jugadas que tienen designación en español, otras que tienen designación en español pero aun así se usa el término en inglés, otras que mezclan inglés y español, otras que usan una explicación del término… y aquí es donde entra en juego un factor muy importante: el público al que va dirigido la serie. ¿Por qué? Pues porque por la temática de la serie podemos deducir que la gran mayoría de nuestro público procederá de Centroamérica y Sudamérica (no creo que haya mucho aficionado al béisbol por España, aparte de un amigo mío al que enganché vilmente y sin piedad para avasallarlo con mis dudas xD).

Dependiendo del público usaremos una terminología u otra, ya que en América tenderán por ejemplo a usar más calcos del inglés o los mismos términos ingleses. Unos ejemplos:

  • Right /center/ left fielder —-> Jardinero (derecho / central / izquierdo; Centro y Sudamérica), exterior (España).
  • Outfielder —–> Guardabosques.
  • Pull (a ball) —-> halar un bateo (Centro y Sudamérica); golpear la pelota, conseguir un golpe (España).
  • Flyball —-> bola elevada (también he visto que usan «bola de fly«).
  • Bunt —-> golpe de sacrificio (como para adivinarlo, esto me lo explicó mi amigo Tenshi).
  • Home run —> en español existen equivalentes como «cuadrangular» o «vuelacercas», pero se usa el término inglés.
  • Foul, home, safe, strike, change-up: se usan directamente en inglés.
  • Course: trayectoria (de la bola).
  • Squeeze play: jugada de cuña.
  • Swing: hacer un swing, abanicar.
  • First, second, third baseman: primera, segunda, tercera base. También he visto que seusan inicialista, intermedista y antesalista, pero es más frecuente la primera denominación.
  • Walk: base por bolas

Y así una laaaaaarga lista (y las que me queden por descubrir). Por supuesto, por mucho que yo tenga la traducción de los términos al español, me sigue sonando todo a chino, por lo que tengo que investigar en qué consiste cada jugada, cuál es la designación más común en español de cada término, etc. Y lo más difícil con diferencia es darle el significado exacto a la frase y comprobar que no estás diciendo ninguna burrada técnica.

Moraleja: traducir algo que no entendemos nos hace la tarea muuuuy cuesta arriba… a no ser que tengáis un amigo que entienda el idioma origen y encima sea un entendido del tema que estás tratando (es decir, en mi caso , tener un amigo que sepa japonés y que, además, sea una enciclopedia andante de deportes… desde luego tengo más suerte que un «quebrao»… ¡mil gracias, Tenshi!) .

¡Las onomatopeyas también se traducen!

Pues eso, llevo tiempo queriendo escribir un post sobre las onomatopeyas, vocablos que imitan o recrean el sonido gráfico de la cosa o acción nombrada (según diccionario de la RAE).

Las onomatopeyas son propias sobre todo de los cómics y resultan, a mi parecer, una de las mayores complicaciones para un traductor, especialmente si tocamos idiomas como el japonés. ¿Por qué? Pues porque las onomatopeyas también se traducen señores, y a veces nos resulta muyyy complicado encontrar un equivalente en nuestra lengua porque bien:
1. No existe un equivalente.
2. Puede que exista, pero no es muy habitual y nos tendremos que romper la cabeza para poder formularla gráficamente en español y que se entienda.

Como ya he dicho arriba, las onomatopeyas imitan de manera gráfica el sonido de algo. Pero cada lengua usa unos recursos diferentes para expresarlos. Mientras que en inglés por ejemplo es frecuente ver onomatopeyas expresadas mediante verbos (ya que también son significativos en ocasiones del sonido de la acción), en lenguas con alfabetos no latinos transcriben como es evidente utilizando su propio alfabeto:

Esto es una muestra del griego. Primero nos toca leer la transcripción (sí, a veces se hace difícil saber que lo que estás leyendo es una transcripción, sobre todo cuanto te topas con palabras transcritas del inglés, es lo peor) y luego traducirlo al sonido español. En este caso las onomatopeyas serían:
Viñeta 1: μπαπ! –> ¡mpap! ¿Pero a que este no es el sonido con el que solemos describir que alguien se pega un trompazo contra algo? Es en este momento cuando me acuerdo de Ibáñez y su fantástica creación, Mortadelo y Filemón, y sus famosos ¡PLAF! o ¡PLOF! ¿A que esto sí suena más a español?
Viñeta 2: μπλρλρλρρ! πφλρφλλρρρ! πρρρρρρρ. —-> ¡Mplrlrlrr! ¡Pflrllrrr! Prrrrr… Así no nos suene a nada probablemente, pero el niño está haciendo pedorretas burlándose de su padre. ¿A que esto es más complicado de transcribir? Sería a lo mejor algo como ¡prrrrr!, en cuyo caso el último globo es más cercano a nuestra manera de pensar en una pedorreta.
Viñeta 3: ΠΑΦ! ΟΥΑΑΑΑΑΑΑ! —-> ¡PAF! ¡OUAAAAAA! La primera podría ser válida, pero para la segunda en español el llanto está «normalizado» onomatopéyicamente como ¡BUAAAAAAA!

Un caso fastidiado es el de los ingleses cuando deciden utilizar verbos a modo de onopatopeya. Yo me he topado con algunos y la verdad, en algunos casos me he tenido que romper la cabeza… Algunos ejemplos:
Tap, tap (ruido de pasos).
Cough (sonido para toser… ¿puede ser que alguna vez lo haya visto representado como atjó en español?)
Blush (ponerse rojo, ruborizarse. A ver cómo te lo montas).
Sigh (suspiro, en español podría ser ains).
Glare (mirada feroz, que no sé a ciencia cierta si se usa como onomatopeya propiamente dicha o es una traducción verbalizada de una onomatopeya japonesa -que me parece lo más probable-, pero en español queda larguísimo).
Lean (apoyarse)

Onomatopeyas no provenientes de verbos:
Sret (ruido del lápiz cuando escribe, ¿cómo ponemos eso? ¿Tal vez como ras?)
Urk (onomatopeya que equivale a llevarse un chasco, que en español podría ser ugg).
Hahaha (sonido de risa, no olvidemos que en español es jajaja, con jota).
Sneek (¿un crujido?)
Huff (soplido de alivio: ¡uff!)
Wof wof (ladrido, en español: ¡guau, guau!)
Meow (maullido, en español: miau).
Scurr (¿?)
Chirp (¿ruido de estar haciendo algo?)
Jeeez (sonido de estar molesto, equivalente a nuestro uuuuuff)
Aaaww! (sonido que indica que algo despierta ternura, en español: «Ooooh«)
Woow! (sonido de sorpresa: ¡Guau!, ¡hala!, ¡vaya!)
Yuhu!! (¡¡Yuju!!)
Ooops (sonido que indica que has metido la pata. En español: Uuups)

Por otro lado, si el inglés a veces da problemas, el japonés es lo más retorcido que hay para las onomatopeyas, ya que son una parte muy importante de la lengua y se escriben en katakana cuando representan un sonido.
En japonés se distinguen dos tipos de onomatopeyas: las referidas a sonidos y las referidas a una palabra con un sonido, como kuru-kuru para el pelo rizado.
En inglés en ocasiones las transcriben y yo al final opto por hacer lo mismo porque a algunas no les encuentro la traducción por ninguna parte, sencillamente porque creo que ni existen. Ejemplos:
biki-biki / baki-baki /boko-boko (al parecer es el ruido que suele hacer algo que sale o se destruye, suelo verlo en monstruos que se transforman y les salen protusiones y cosas así):

Gihya (gritos de monstruos, se podría traducir tal vez por groaaar, pero según el bicho que sea creo que queda ridículo en ocasiones), especialmente cuando es un bicho como este:
Ku… (cuando le dan a alguien, podría traducirse por agh).
Gisha (sonido de un monstruo atacando):

Basa (que alguien me explique qué porras es esto por favor xD):

Y con esas creo que son suficientes por hoy para reflexionar un poco. Resumiendo: que las onomatopeyas se traducen y nos tenemos que calentar los cascos para encontrar equivalentes. Un día recuerdo que estaba traduciendo un manga y la acción era que la chica (una especie de robot con formas y cuerpo humano) cogía las manos del chico y se las ponía en los pechos para que los tocara, en plan «¡mira qué blanditos están!». Como lo estaba traduciendo del inglés, ellos usaban un verbo de acción para describir el sonido (no recuerdo cuál era y a saber dónde tengo la viñeta), y tuve que preguntar porque no se me ocurría nada. Hasta que mi novio me sugirió moquis, moquis. Suena muy gracioso y efectivamente, podía describir el sonido. En ocasiones cuando tenemos el cerebro saturado tenemos que acudir a a gente de nuestro alrededor, muchas veces nos pueden dar las solucioner idóneas a problemas a los que no les sacamos punta.

Y para quien esté interesado en este tema, dejo un par de enlaces por aquí:

http://www.ajapon.com/estudios/onomatopeya/
http://es.wikipedia.org/wiki/Onomatopeya

Y para quien quiera algo más duro:
INOSE, Hiroko. La traducción de onomatopeyas y mímesis japonesas al español y al inglés:los casos de la novela y el manga. Tesis Doctoral. Director: Dr. Roberto Mayoral Asensio; Co-directora: Dra. Kayoko Takagi. Septiembre 2009, Universidad de Granada. Departamento de traducción e interpretación.
Enlace: http://hera.ugr.es/tesisugr/18193778.pdf

Los insultos, esos elementos «jodidos» de traducir

Tras un montón de tiempo de inactividad vuelvo al ataque, y esta vez dedico un post al tema de los insultos. Porque aunque lo parezca, nunca es fácil decidir a qué nivel vamos a traducir un taco en ningún soporte (audiovisual o escrito).

No sé si sabréis que el español es una de las lenguas más ricas en cuanto a insultos (que, para quien le interese, están recopilados en El gran libro de los insultos), y además insultos a todos los niveles, desde «tonto» hasta otras cosas que mejor no pongo porque entonces me vetan el blog.

El arte de traducir los insultos está en ser capaz de buscar el equivalente en la lengua de destino no perfecto, sino adecuado a cada situación y soporte que estemos trabajando, ya que cada lengua tiene una manera diferente de conceptualizar la realidad. Voy a intentar poner algunos ejemplos en inglés y en árabe.

Empezamos por el inglés y voy a tocar el soporte audiovisual, que cómo no, siempre es el más afectado por estas cosas. Dentro del soporte audiovisual tenemos dos posibilidades: el doblaje y la subtitulación.

  • Doblaje. No sé si os habréis fijado en que la lengua inglesa abusa del adjetivo fucking para todo. He aquí un vídeo que lo demuestra claramente (se puede seguir perfectamente en inglés):

    Bueno, después de las risas os habréis dado cuenta de que es real como la vida misma. La pabra fuck en inglés no tiene la única traducción de «joder» o «jodido», sino que en español se le puede dar un amplio espectro de posibilidades gracias a la riqueza «insultadora» de nuestra lengua (por eso me chirrían los oídos cada vez que escucho en un doblaje: «¡Es que ese jodido perro me ha mordido!» Por favor, eso no suena natural en español, podemos usar en su lugar «puñetero», «desgraciado», «maldito»…). Lo que pasa es que estamos tan acostumbrados a escucharlo que ya el oído se hace a escucharlo, pero si os paráis un poco y lo miráis con detenimiento, ese adjetivo no lo utilizamos en nuestro lenguaje del día a día.
    Otro insulto inglés muy característico es el bastard. Esta palabra no significa sóla y únicamente «bastardo», sino que volvemos al contexto y a la situación. Podemos usar «capullo», «gili******», «cab***», y unos cuántos más que seguro se os puedan ocurrir de ese estilo (me tengo que autocensurar que estos no son modales…).

  • Subtitulado. Este medio siempre es más delicado, primero por la falta de espacio, y segundo, porque los insultos escritos siempre quedan más fuertes visualmente y provocan un impacto mayor sobre el espectador (y lo mismo se puede aplicar al lector de un libro). Evidentemente, todo depende del entorno en el que nos estemos moviendo, así que voy a enlazar con el árabe gracias a una película marroquí que se proyectó en la Escuela de Traductores en original con subtítulos en castellano hechos además por ellos mismos.
  • Enlazo ahora con los insultos en árabe. En esta lengua los peores insultos son palabras que designan animales, como «kalb» (perro) o «himar» (burro). En español estas dos palabras tienen la connotación de que ser «perro» es ser un gandul, y ser un «burro» significa ser analfabeto (que aunque no tengo la percepción de la lengua árabe vivida como materna, me parece que poco tienen que ver con la significación española… si no es así corregidme, gracias ^^). El caso, no podemos traducir estas dos palabras literalmente porque la traducción quedaría realmente pobre: son insultos con una carga muy ofensiva en la lengua de origen y no nos podemos quedar cortos en la lengua de destino, por lo que tendremos que jugar con palabras de ofensa similar en español.
    Y reengancho a cuento de esto con el tema anterior de la subtitulación. Proyectaron la película «Casanegra» en original marroquí subtitulada al castellano, como ya he comentado.
    La película se desarrolla en Casablanca y tiene como protagonistas a dos jóvenes que tienen que buscarse la vida como buenamente pueden en un ambiente no muy amigable que digamos, por lo que todo el lenguaje que se utiliza en la película es bastante barriobajero y lleno de insultos. En este caso, los insultos son una marca de escala social dentro de la película, por lo que no se pueden ni suavizar, ni eliminar (recuerdo que en una escena un francés los llama en marroquí: «wulad ez-zenqa», literalmente «chicos de la calle». Traducción del subtítulo: «escoria». A mi parecer, sencillamente maravilloso).
    Como vemos una vez más, todo dentro del mundo de la traducción es relativo y no hay soluciones únicas ni perfectas. Ese es nuestro reto del día a día.

    Relaciones de poder

    Uno de los temas delicados que encontramos en traducción es el de las relaciones de poder. No es fácil decidir en algunas ocasiones cuándo tenemos que traducir por «tú» o por «usted», ya que depende no sólo de la vertiente lingüística, sino también de la cultural (tanto la de origen como la de destino).

    Cada idioma y cultura tiene establecidos unos mecanismos lingüísticos para diferenciar las relaciones de poder entre hablantes. Por ejemplo, en español peninsular diferenciamos entre el tuteo y el usteo, y empleamos el usteo cuando tenemos que dirigirnos a una persona mayor en edad o en rango; en cambio, en el español de Latinoamérica también emplean el usteo para dirigirse a una persona que desconocen,  independientemente de la edad (podéis corregirme si me equivoco). En alemán funciona igual: emplean el pronombre Sie para dirigirse a cualquier persona que no entra en su círculo habitual de amistad, independientemente de la edad.

    Luego tenemos lenguas más extremas como el japonés, donde las relaciones están marcadísimas por sexo, edad, rango y familiaridad con el interlocutor. Marcan estas relaciones con un sufijo al final de cada nombre para indicar la escala de respeto (la siguiente explicación la he sacado de esta página: http://mx.answers.yahoo.com/question/index?qid=20070601191643AAjVAI0):

    -san ( -さん ): se añade después del nombre de las personas. Es un sufijo de cortesía y respeto (se utiliza tanto para personas de la misma edad como para personas mayores que tú).

    -kun ( -君 ): se añade después del nombre, lo usan hombres y mujeres mayores cuando se dirigen a un hombre menor que ellos (si eres mujer no uses este sufijo con hombres mayores que tú)

    -sensei ( 先生 ) – significa maestro; se le puede decir a la persona que te enseña artes marciaesl o al profesor de la escuela. También se utiliza para los médicos ( isha [医者] ), pero ¡cuidado! , sólo cuando estás hablando con el doctor directamente puedes añadir sensei, ejemplo: onaka ga itai sensei (me duele la cabeza).

    -chan ( -ちゃん ): se añade después del nombre de personas mas jovenes que tú. Es una expresión de cariño y confianza: se usa para los amigos, familiares (hermana menor, hermano menor, primos menores, etc.) y niños. También se utiliza para las mascotas.

    -sama ( -様 ) : es un sufijo de cortesía para personas importantes (es más respetuoso que -san).

    -senpai ( -先輩 ): se añade después del nombre de la persona. Este sufijo es de respeto y cortesía para compañeros de trabajo, escuela, o que practican algún arte (shodō,aikido,kendo, etc..) en común contigo. Enfatiza que es una persona con más experiencia que tú.

     

    Un jaleo, ¿verdad? Y en contraposición a esto tenemos lenguas como el inglés y el árabe, que carecen de pronombres o sufijos que marquen esas diferencias.

    Y ahora es cuando viene el asunto espinoso. ¿Cómo reflejamos esas diferencias de poder en nuestra propia lengua? ¿Las reflejamos conforme al original o lo adaptamos a la cultura y a las normas de la lengua de destino? ¿Tenemos libertad para alterar las relaciones de poder que el autor establece según su cultura? O ¿acaso no sería libertad, sino el deber de hacer la lectura asequible para el lector (en este caso español) y evitarle «rarezas» en la traducción empleando fórmulas con usteo en situaciones en las que  nosotros usaríamos un tuteo?

    El caso del japonés por ejemplo da mucho juego y es muy interesante. ¿Qué hace un traductor cuando se enfrenta a todas esas partículas dentro de una obra? En español, a no ser que sepamos japonés, esa información no nos añade nada relevante, y de hecho, si el traductor decide dejarlas, debería poner una nota explicando el uso de dichas partículas al lector (en caso de que la obra vaya destinada a un público general no especialista en cultura japonesa, claro). Si decide naturalizar el texto, tendrá que hacerlo con todas las consecuencias, obviando las diferencias que marca el original y adaptándose a las situaciones tal y como se producirían en la cultura española, lo cual también supone una pérdida importante de información del original que no podemos reproducir mediante nuestra propia lengua  porque carecemos de los mecanismos adecuados para ello. ¿Habría algún motivo para dejar las partículas si la obra va destinada a un público general? Claro que sí: el exotismo que infiere el uso de algo que para nosotros es desconocido.

    De hecho, en las subtitulaciones de los fansubs se ven las diferentes opciones a las que se puede recurriralgunos dejan las partículas después del nombre (Kurosaki-kun, Enjin-sama, Nanao-chan). ¿Motivos? Pues porque suponen que va dirigido a un público que entiende del tema (gente aficionada al anime y al manga), porque si en efecto esa gente entiende un mínimo queda extraño escucharlo en el original y no verlo reproducido en los subtítulos, porque efectivamente queda «exótico» dejarlo así… y también tenemos la otra versión, gente que lo elimina porque piensa que no es indispensable y que lo único que hace es liar al espectador-lector. En un doblaje por ejemplo sería diferente, y tengo casi por seguro que las relaciones se transferirían sin dudas con un «usted» aplicado a las relaciones tal y como las mantenemos en español, conservando sólo del original la partícula «sensei», ya que es la más conocida de las que hemos citado.

    ¿Y qué pasa en el caso contrario? Pues habrá que adaptarse al contexto, como es el caso del inglés. Si es una relación entre amigos, compañeros de trabajo, jefe-empleado, profesora-alumno… aquí será el traductor quien deba evaluar el tono a emplear, y si debe ir cambiándolo gradualmente a medida que pasa la obra o no. Un ejemplo: una empleada tiene un romance con su jefe. ¿Cuál es el trato que se dan en la oficina después de salir de la cama? ¿Mantienen la distancia para ocultar los hechos o cambian la forma de tratarse llamándose de «tú»?

    A veces lo que parece más evidente a la hora de traducir no lo es tanto…

    Más juegos fonéticos

    Mientras voy recopilando información y ejemplos para hacer mi publicación sobre onomatopeyas, servidora se va fijando en cosas cotidianas para seguir comentando dificultades de traducción.

    El otro  día le llegó a mi hermano un libro con el siguiente título: Trance-formation. La temática es Programación NeuroLingüística. Como podemos ver, el título (muy bueno, por cierto) juega una vez más con la grafía, la fonética y la semántica:

    • En la grafía distinguimos la palabra trance, «trance» en español, haciendo referencia a todo el tema del hipnotismo en PNL;
    • la fonética es /trans/, jugando entonces en la pronunciación con la palabra /transformation/, «transformación», que referencia al cambio de conducta, pensamiento, etc. que infringe la PNL en la persona que la recibe;
    • y en cuanto al segundo lexema, formation, también juega un papel modificador: en el primer caso tendríamos «formación en trance», que es el objetivo principal del libro (formar a la persona que lo lee, o al menos iniciarla, en PNL), y en el segundo caso pues ya lo hemos comentado más arriba.

    Y visto este pequeño desarrollo… ¿a alguien se le ocurre cómo verter esto al español? Jugamos con la desventaja del desdoble fonética-grafía… Y nos libramos porque es un libro y quien sepa inglés sabe de qué va la cosa (aunque a lo mejor pierde algún matiz), pero imaginaos que este juego de palabras aparece en un medio audiovisual (serie, película, cómic…) y tenemos que intentar reflejar el juego de palabras. ¿Lo sustituiríamos por otro, perderíamos la gracia machacando el juego fonético a secas, traducimos al español perdiendo la gracia y añadimos una nota…?

    Y por si esto nos parece poco, voy a exponer otro pequeño ejemplo «puñetero» de juego de palabras. Un conocido canadiense está ahora estudiando en la República Checa, y el otro día vi un ingenioso comentario suyo que decía lo siguiente: Czech it out. Divertido, ¿no? Imaginemos que este juego entre la frase Check it out y el nombre de la República Checa en inglés (Czech Republic) nos aparece en una novela. ¿Qué porras hacemos? Si lo liquidamos estamos cargándonos una posible connotación que lleva una intención, ya sea humorística, una posible clave en lenguaje de espías, un rasgo pronunciado en un personaje (como que sea muy dado a sacarle punta a juegos fonéticos)…

    Pues ale, ahí os dejo eso. ¡A discurrir se ha dicho!