miércoles, 16 de julio de 2008

Cultura, Comida e Identidad

Elegimos la Cultura, Comidas e Identidad por que nos parece que la comida diferencia, marca la cultura de cada sociedad e identifica a cada sociedad del mundo. Ahora nos vamos a referir a la cultura Argentina, Especificandonos en La Yerba Mate y El Vino

El Vino

El Vino se origina en el neolitico, en Armenia e Iran, en el año 5400 a.C. El termino vino viene de Vinum.
El Vino en Argentina. La mayor producción de vino en nuestro país es de Catamarca, Mendoza, San Juan y La Rioja. Otros centros pero menores son Salta, Neuquén, Río Negro y Córdoba. La Argentina realiza una de las mayores producciónes del mundo. Eso es lo que hace a Argentina en su parte importante. En este país hay bodegas importanticimas como la de Finca Flichman, Lagarde y Trapiche.
Esto a traido mucho turismo la Argentina. Mendoza es la principal atracción. Esto refleja mucho en la cultura Argentina.
Hay distintos tipos de uvas (para vino tinto), que es la fruta con la que se realiza el vino. Las principales son: Malbec, Merlot, Cabernet, Pinot Noir y Syrah.
Hay distintos tipos de uva (para vino blanco). Estos son: Chardonnay, Torrontés, Sauvignon, Blanc, Chenin Blanc, Viognier y Semillón.

La Yerba Mate

El mate, pasado y actualidad El origen del uso de la yerba mate, alimento básico de los indios guaraníes y conocida por éstos como CAA-MATE, de cuyos términos "caá" significa en idioma guaraní "planta o hierba", en tanto que "mate", se supone derivado de la palabra quichua "matí", con la cual designaban a la calabacilla que usaban en general para beber, se pierde en lo remoto del tiempo.Pero es indudable, que de ellos, quienes sorbían el mate mediante bombillas hechas de diminutas cañas, o la mascaban durante sus largas marchas, aprendieron su uso los conquistadores españoles.Las virtudes que se le atribuyen, y a los que se refieren numerosos relatos de aquellos tiempos, hicieron que su consumo se difundiera en forma extraordinaria al punto de organizarse un intenso tráfico regular del producto, desde su zona de origen a todo el virreinato. Más tarde, los jesuitas radicados en el Paraguay a comienzos del siglo XVII, a fin de evitar las grandes distancias que los separaban de los lugares de producción, introdujeron el cultivo en algunas de sus "reducciones" o "misiones" distribuidas en la región que constituyen la provincia de Misiones, parte de Corrientes y parte del Paraguay.Medio siglo después, el célebre médico y naturalista francés Aimé Goujaud, conocido como Bonpland, inició los primeros estudios científicos sobre la planta de yerba mate, su cultivo y sus usos. Con el mismo propósito visitó en 1820 ó 1821 el Paraguay donde solicitó permiso para recorrer algunos yerbales, pero, ante el temor que sus estudios pusieran en peligro al monopolio que sobre la yerba mate ejercía el Paraguay, fue tomado prisionero y confinado al interior del país, de donde recién fue liberado en 1829 ante gestiones de Alejandro Humboldt y del gobierno francés.En 1953, ante la evidente decadencia de las plantaciones, se autorizó oficialmente la ampliación del cultivo, libre de impuesto, en 35.000 hectáreas, de las cuales se plantaron únicamente unas 18.000 Hs.Es así que a fines del año 1957 se liberó del impuesto que establecía la citada Ley en general y sin discriminaciones, la ampliación de los cultivos existentes hasta una superficie de 15 hectáreas y la realización de nuevos yerbales hasta ese límite.Esa liberación de impuesto que rigió por el año 1958 para la zona de tierras de campo y hasta fines de 1959 para los de monte, atento a los mayores trabajos culturales y técnica de implantación que requiere la realización de plantaciones en esta última zona (desmonte. rosado, destroncado, etc.) se concretó con la implantación de unas 65.000 hectáreas. estimándose en la actualidad entre unas 130.000 a 140.000 hectáreas, la superficie cultivada de yerbales en productividad, distribuidas entre unos 14.000 productores.Actualmente las personas uruguayas y argentinas son las mayores consumidores de mate, ya sea llamado tereré o mate, pero también es apreciado en todas partes del mundo como patrimonio americano y a veces argentino.