1. Introducción
Las rocas metamórficas son el resultado de la transformación de cualquier otro tipo de rocas, ígneas, sedimentarias e, incluso, metamórficas, mediante fenómenos de metamorfismo.
Estos fenómenos debidos al cambio de las condiciones físico-químicas a que estaban sometidas las primitivas rocas, modifican en ellas no sólo su composición mineralógica, sino también la composición química, así como la estructura y la textura.
El grado de metamorfismo de las rocas puede ser distinto, por eso existen transiciones graduales a las rocas metamórficas desde las correspondientes ígneas y sedimentarias.
Los tipos de metamorfismo son: dinámico, cuando la causa de la transformación de las rocas son grandes presiones; de contacto, si la causa ha sido una alta temperatura por proximidad de un magma; y regional, cuando concurren las dos causas anteriores.
Estas especiales condiciones que inciden en la formación de las rocas metamórficas hacen que todas ellas se encuentren cristalizadas. Las presiones, que de una manera constante y con mayor o menor intensidad, siempre se producen en los fenómenos de metamorfismo, hacen que las rocas de este tipo, normalmente, presenten cierta pizarrosidad.
El tamaño de los cristales dependerá de los minerales existentes en la primitiva roca y de los procesos de neoformación y recristalización. Los minerales que componen las rocas metamórficas pueden formarse en el metamorfismo o bien ser los mismos existentes antes de la iniciación del proceso.
2. Clasificación de las rocas metamórficas
Las rocas metamórficas pueden dividirse, esencialmente, con arreglo a dos criterios:
Nosotros vamos a utilizar este segundo criterio, menos interesante desde el punto de vista científico, pero más útil para su descripción e identificación macroscópica y, sobre todo, con vistas a considerar la roca como material a partir del cual va a desarrollarse el suelo.
Las rocas metamórficas más corrientes quedan especificadas en el siguiente cuadro.
Roca anterior | Secuencia | Roca metamórfica resultante | |
Metamorfismo normal | Metamorfismo intenso | ||
Fangolitas | clástica | FILITA MICACITA |
GNEIS |
Areniscas y Grauvacas | clástica | ESQUISTOS | GNEIS |
Psefitas | |||
Cuarzoarenitas | clástica | CUARCITA | |
Caliza | química | MÁRMOL | |
Dolomía | química | MÁRMOL DOLOMÍTICO | |
Ígnea | ácida | GNEIS | |
básica | ECLOGITA | ||
ultrabásica | PIROXENITA METAMÓRFICA ANFIBOLITA METAMÓRFICA SERPENTINA METAMÓRFICA |
Interesa aclarar dos ideas importantes:
3. Descripción de algunas rocas metamórficas
La composición mineralógica del gneis es la misma que la del granito o de la sienita: cuarzo más a menos abundante, feldespato no cálcico y ferromagnesiano no olivínico, pudiendo contener muscovita y otros minerales accidentales.
Suele ser de grano grueso y siempre se aprecia cierta esquistosidad.
Son bastantes las rocas que pueden dar origen al gneis, por lo que es una roca que presenta muchas variedades. Entre ellas, las más significativas son: gneis micáceo con abundancia de muscovita en láminas orientadas, y gneis glandular en el que se aprecian cristales nodulares de cuarzo o/y feldespato.
En España es abundante el gneis en Galicia y Sistema Central, ocupando menores extensiones en Montes de Toledo, Pirineos y Penibética.
Filitas y Micacitas
Algunos autores denominan a estas rocas pizarras metamórficas, diferenciándose las micacitas por la abundancia de muscovita. A simple vista, sólo la mayor consistencia de estas rocas permite diferenciarlas de las pizarras arcillosas sedimentarias siendo la cristalización y la aparición de minerales de metamorfismo los criterios seguros para su identificación.
En España abundan en los terrenos antiguos de Asturias, León, en algunos puntos del Sistema Central y Pirineos y, sobre todo, en Extremadura y Sierra Morena.
Procedentes ambas rocas del metamorfismo de psammitas y psefitas se diferencian entre ellas en que las cuarcitas tienen más del 90 por ciento de sílice, y unas y otras de sus orígenes respectivos, en la esquistosidad que presentan y por su consistencia.
Son ejemplares angulosos, esquistosos y que, al romperse, se fracturan sus cristales; las psammitas, sedimentarias, son redondeadas y, cuando son angulosas, se rompen por la matriz a cemento que une sus granos.
La localización en España de estas rocas es similar a la de filitas y micacitas, presentándose, muchas veces, bastante mezcladas unas y otras.
Mármol y Mármol dolomítico
Son rocas de grano fino a grueso, de aspecto sacaroideo y colores claros, presentando frecuentemente alteraciones en bandas.
No son abundantes en España. Las Sierras Blancas, entre las provincias de Granada y Málaga, son las manchas más importantes de mármol dolomítico.
Eclogita, Piroxenita metamórfica y Anfibolita metamórfica
Procedentes, respectivamente, de metamorfismo de gabros y perknitas tienen los mismos constituyentes que aquéllas y se presentan entremezcladas con las mismas sobre todo en la provincia de La Coruña.
Es una roca procedente de la actuación de procesos de metamorfismo sobre rocas olivínicas. Está formada esencialmente por serpentina. Se emplea como piedra decorativa en construcción.
En España se presenta en la Serranía de Ronda y Sierra Nevada.