ANTICLINAL

 

La mayoría de las rocas estratificadas visibles en ríos, canteras o costas eran en su origen sedimentos depositados en capas o lechos horizontales o próximos a la horizontalidad. Sin embargo, cuando hoy los observamos no sólo están solidificados, sino que suelen estar inclinados en una u otra dirección. En ocasiones, cuando los estratos afloran a la superficie se puede ver cómo suben hasta un arco o descienden hacia un seno.

Las rocas se parecen a un montón de manteles arrugados y se dice que muestran pliegues, es decir, que han soportado un proceso de plegamiento. Los pliegues superiores se llaman anticlinales y tienen una cresta y dos ramas inclinadas que descienden hacia senos contiguos, o sinclinales. Los monoclinales tienen una rama inclinada y otra horizontal, mientras que las de los isoclinales se hunden en la misma dirección y el mismo ángulo. Los periclinales son pliegues como cuencas (inclinación interna) o cúpulas (inclinación externa). Los pliegues se miden en términos de longitud de onda (de cresta a cresta o de seno a seno) y altura (de cresta a seno). Pueden ser microscópicos o tener longitudes de kilómetros.

Al principio, los anticlinales poco erosionados forman montañas, llamadas “montes anticlinales”, mientras que los sinclinales forman valles, llamados “valles sinclinales”, de manera que estos relieves son “conformes” con la estructura de las rocas; se encuentran en la región del Jura (Francia), por lo que también han sido llamados “relieves jurásicos”.