LA TACONERA:
EL PARQUE ROMÁNTICO
La ciudad
de Pamplona se caracteriza por la abundancia de parques y jardines en pleno
casco urbano.
La Media
Luna, ciudadela, Yamaguchi (parque japonés), Biurdana, Vuelta del Castillo,
Taconera....son ejemplos de zonas verdes y arboladas que podemos encontrar a lo
largo y ancho de nuestra ciudad.
Pamplona
cuenta con aproximadamente 22km2 de extensión de los cuales 3Km2
corresponden a zonas verdes. Un dato bastante elevado si se compara con
otros centros urbanos.
Esto nos
hace ciudadanos/as privilegiados/as, siendo responsabilidad de todas y todas el
conservar y mantener los que tenemos y de crear nuevos.
Un parque
destacado y querido por todos los pamploneses y pamplonesas es sin duda el
bello parque de la Taconera.
Ubicado
junto al casco viejo de la ciudad y próximo
a la iglesia de San Lorenzo, presume de una singular belleza.
Los
jardines de la Taconera son los más antiguos que se conservan y ya aparecían
como arboleda en los planes urbanísticos de la Vieja Iruña de 1719, aunque el
Ayuntamiento mandara plantar árboles un siglo antes con el fin de convertir
esta zona en parque.
La
palabra Taconera proviene del euskera antiguo “ Ateak-en-asat” cuyo significado
vendría a ser “de puertas afuera”, haciendo referencia a la localización del
parque con respecto a las antiguas murallas medievales, que pegadas a las
casas, protegían a la ciudad por aquel entonces.
Pero fue
en el siglo XIX cuando el parque se convirtió en jardín, con el aspecto que
podemos ver hoy, de un auténtico parque botánico. A lo largo de este último
siglo, sus fosos se han transformado en la sede de un pequeño zoológico en el
que conviven distintas especies como ciervos, gamos, pavos reales, cisnes y
ánades diversos.
En este
cuidado jardín, se mezclan animales, árboles, setos, flores y caminos con
monumentos emblemáticos como lo son el del famoso tenor navarro Julian Gayarre,
el de Hilarión Eslava, el de Navarro Villoslada y el de la Mari Blanca
(antiguamente ubicado en la fuente de la plaza del Castillo), el bajorrelieve
de bronce del humanista Huarte de San Juan o el portal de San Nicolás. Así
mismo el parque alberga en su interior un coqueto café vienes y una zona de
esparcimiento infantil.
Son
multitud de beneficios que nos aporta este parque urbano: depura y oxigena la
ciudad. Con la llegada del buen tiempo podemos disfrutar de actividades culturales
al aire libre como conciertos y exposiciones, además de proporcionar buenas y
refrescantes sombras.
Acudimos
a él en busca de tranquilidad para relajar nuestros sentidos y gozar de la
delicada belleza de este emblemático jardín de Pamplona.
Conocer y
disfrutar de este espacio de sublime romanticismo es, para mayores y pequeños
una agradable e inolvidable experiencia.