Ciervo Cervus elaphus Es el mayor de los herbívoros silvestres de la Península Ibérica, con un peso que puede llegar a los 200 kilos, una longitud de hasta dos metros y una altura a la cruz de entre uno y un metro y medio. Presenta un claro dimorfismo sexual, con los machos siendo más voluminosos y presentando cuernos la mayor parte del año (excepto entre febrero y mayo, cuando los pierden). Las hembras por su parte son más esbeltas y carecen de cuernos en cualquier fase de su vida. El color de la capa es más rojiza durante la primavera y el verano y más grisácea durante otoño e invierno. Los cervatillos presentan puntos blancos sobre su capa. El ciervo peninsular es reconociblemente más pequeño que el ciervo europeo de latitudes más norteñas. Además el ciervo peninsular carece, a diferencia de sus parientes europeos, de crines.